domingo, 25 de marzo de 2012

Kawasaki GTR 1400 VS BMW K 1300GT: Prueba

Puesto de conducción
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Combinar comodidad ergonómica y eficacia aerodinámica permite pocas combinaciones. Por ello, la posición en ambas es bastante similar. Asiento ancho y mullido, manillares altos, estriberas relativamente bajas y adelantadas y gadgets como la pantalla regulable electrónicamente, son algunos de los detalles que permiten hacer kilómetros a velocidades estratosféricas o tranquilas-según le apetezca al conductor y le permitan los radares- sin ningún esfuerzo. Además, los carenados envolventes y detalles como los retrovisores que ofician de “cubre manos” desviando en marcha el aire de los puños, consiguen el milagro de aislarte del terrible frío que hemos sufrido este invierno… a lo que inventos como los puños o asientos calefactables (esta sólo en la BMW) ayudan como no te puedes imaginar.

MecánicaAmpliar  imagen
La alemana disfruta de la última evolución del motor K de cuatro cilindros en línea muy muy inclinados hacia delante (55°) que comenzó a principios de siglo como un 1200 y el año pasado creció hasta los 1300 llegando hasta los 160 CV, pero sobre todo evolucionando en cuanto a finura mecánica, electrónica y de transmisión de forma espectacular. En cuanto a la Kawasaki, apareció en el año 2008, pero para éste 2010 ha sufrido su primera evolución. En cuanto al motor, ha recorrido un camino parecido a la alemana refinando su comportamiento muchos enteros. Se trata también de un 4 en línea heredado de la bestial ZZR 1400 pero con la potencia rebajada para mejorar el par y suavizar su comportamiento. Proporciona en marcha los mismos caballos en marcha gracias al sistema de admisión de aire Ram Air, “quedándose” en 155 en las mediciones estáticas de banco de potencia.

Comportamiento
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Ambas son largas, pesadas (rondan los 300 kilos) y necesitan de mucha experiencia a los mandos de motos “grandes” para poder ser disfrutadas. No obstante, a pesar de ello resulta increíble como sus chasis y sofisticados sistemas de seguridad-ABS, repartidor de frenada, control de tracción, etc.-hacen fáciles de pilotar unas motos que hace menos de una década eran mucho más complicadas. La Kawasaki resulta más convencional tanto de amortiguaciones como de bastidor (horquilla invertida, monocasco de aluminio) que en la BMW (Duolever delantero, chasis portante), y por lo tanto la adaptación a ella puede resultar relativamente más rápida. No obstante, cuando te adaptas a sus características y, sobre todo, al excepcional y poderoso tacto de sus motores, resultan sorprendentemente efectivas, rápidas y estables.


Valoración Final Ampliar  imagen
La alemana cuenta con su eterna ventaja de contar con más gadgets y complementos que ninguna otra marca, lo que puede resultar definitivo para muchos usuarios. No obstante, la Kawasaki ofrece prácticamente lo mismo, con un diseño que, personalmente, nos parece realmente atractivo (al igual que la alemana, pero superior y más moderno que el resto de la competencia), y con la incorporación de este año de unos impecables sistema de repartición de frenada, ABS y control de tracción. La diferencia de prestaciones entre ellas no es reseñable, porque apenas es apreciable en motos que sobrepasan holgadamente los 250 km/h. Puede que la japonesa resulte algo más compacta en un primer momento (quizá por su herencia Sport turismo de la ZZR) y su relación calidad precio imbatible, pero la BMW cuenta con una experiencia en el mercado que le ha permitido desarrollar una GT sin fisuras, con unas posibilidades de personalización, equipación y tecnología impensables para el resto de las marcas.

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