Kawasaki VN 1700 Voyager

Japonesa con sabor americano

Las Vulcan son las representantes de Kawasaki en el segmento custom, y especialmente si hablamos de las grandes cilindradas, las que tienen más historia y tradición. Desde la Sumo 1400 de los ´80 hasta la Vulcan 2000, Kawasaki parece haber dominado las mega custom japonesas como ninguna otra fábrica. Visto como aprieta la competencia los últimos años, Kawasaki ha decidido desarrollar un modelo super rutero de lujo con cantidades ingentes de electrónica para lograr el modelo más evolucionado y tecnológico del segmento. Estamos hablando de la Voyager 1700, que equipa un motor que proviene de las antiguas Vulcan 1500 de carburadores que más tarde evolucionaron a las 1600 ya con inyección.

Con un estilo que la convierte en la rival directa de las Harley Davidson Ultra Classic Electra Glide, se consigue una total protección aerodinámica y una comodidad digna de la mejor GT, pero con todo ese peculiar sabor que sólo las custom pueden dar. Y con la seguridad dinámica de los avances modernos proporcionan al mundo de las dos ruedas.

Puesto de conducción 

Viendo las fotos, la verdad es que sobran los comentarios. Dos verdaderos sofás, uno para el piloto y otro para el pasajero, con buenos respaldos, piernas estiradas y asientos mullidos. Junto con una protección aerodinámica absoluta, te aíslas tanto del viento como de la temperatura exterior, aunque aquí también entra en juego el calor que produce el motor y que va directamente hacia ti. En verano una buena ayuda son las trampillas regulables instaladas a la altura de los pies del piloto, que logran una eficaz refrigeración.






Mecánica

El motor 1700 evolucionado de las anteriores 1500 y 1600, equipa una estupenda inyección electrónica que logra un comportamiento suave, teniendo en cuenta que estamos hablando de dos gigantescos pistones con 850 cm³ cada uno subiendo y bajando por dos cilindros colocados a 50°. Declara 73 CV, que se pueden quedar algo cortos si buscas aceleraciones fulgurantes, aunque la verdad encaja muy bien en el espíritu rutero y muy tranquilo de esta moto. Los consumos rondan los 7,5 litros a ritmos buenos de viaje pero sin abusar del acelerador.