Prueba Kawasaki Z1000

Puesto de conducción

Estriberas moderadamente elevadas y retrasadas, que solamente lograrás rozar en circuito, con un asiento suficientemente mullido y el tronco erguido y ligeramente inclinado hacia adelante con un manillar ancho pero sin exageraciones. La ergonomía está realmente conseguida, con una posición nada forzada pero sí con un toque deportivo “real”. Es decir, aquel que te permite aplicar un pilotaje deportivo, pero al mismo tiempo estar lo suficientemente cómodo como para moverse por la ciudad o hacerte una excursión por la carretera sin tener que hacer ante un curso de contorsionismo.

Mecánica

Es un motor totalmente nuevo que tritura en cuanto a prestaciones, finura, potencia y efectividad a las generaciones anteriores. Tiene la clásica estructura japonesa-es decir, 4 en línea con doble árbol de levas encabeza –de 1043 cm³ frente a los 953 anteriores, y que declara 18 caballos más. Excelente ganancia si, además, tenemos en cuenta de que es más ligero y con una respuesta contundente y llena al acelerador. Es así, se muestra bastante bebedor, entre otras cosas porque el desarrollo bastante corto y moverse en torno a los 8 l es bastante fácil. Y con el 15 de capacidad de depósito, podrás imaginar que la autonomía es bastante mejorable.

Comportamiento

La moto en total pesa ocho kilos menos que antes, y la mitad pertenecen al chasis que cambia el anticuado viga superior de las anteriores generaciones por un doble viga de aluminio heredado directamente de la superbike ZX10. Además de más ligero, es un 30% más rígido, lo que demuestra que en Kawasaki se han puesto las pilas para mejorar, y mucho, su Z1000. Es estable, de impecable funcionamiento y, además, han logrado estrecharlo a la altura del asiento para llegar mejor al suelo y que el piloto se pueda mover con más facilidad.

 Valoración Final

Como decíamos al principio, ahora sí es la japonesa que mejor puede luchar de tú a tú directamente con las excelentes Fighter- o naked muy deportivas, si prefieres llamarlas así-europeas como puedan ser la KTM Superduke, la Aprilia Tuono o la Ducati Streetfighter. No solamente es potente, si no también refinada en cuanto a respuesta de motor a la vez que tremendamente contundente y poderosa. Aquí podríamos repetir que el desarrollo de la transmisión es realmente corto, lo que potencia la aceleración pero también redunda en que te mueves casi en zona roja sin quererlo, y aumenta el consumo. No obstante, la adrenalina y la diversión están aseguradas con esta nueva Z 1000, la naked de Kawasaki que todos los aficionados queríamos.